El pasado 29 de octubre celebramos el Samaín. Después de explicar a los niños esta tradición celta vaciamos una calabaza y le dimos la típica forma de cara.
Los niños fueron partícipes de esta actividad y pudieron apreciar la textura y el olor de este típico fruto otoñal y las opiniones fueron unánimes: ¡da asco vaciarla y huele mal!
Aún así, les gustó mucho cuando apagamos las luces, bajamos los estores y encendimos la vela en el interior de la calabaza.
Ese fue el momento culmen de la actividad ya que se desataron los gritos y las risas de todos los alumnos.
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