¡¡¡Y entonces llegó el gato de Gael!!! Era un gato blanco precioso, suave y muy pero que muy bueno. Gael nos dijo que a veces se enfadaba un poco con él pero que no le hacía nada. Nos dijo que le habían bañado y puesto guapo para venir al cole, que le habían cepillado y cortado las uñas. La mamá de Gael nos contó que algunas personas les cortaban la primera falange a los gatos para que no arañaran, pero este gatito tenía todos sus deditos, ¡menos mal! Nos dijo que eran carnívoros y nos enseñó sus colmillos. También nos dijo que, como los gatos se lamían tanto, había que darles malta para que los pelos no se le quedaran en la tripita y que luego no les dolera.
¡¡¡Se portó superbien!!! Vuelve pronto gatito.
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